Todas las industrias utilizan álcalis cáusticos y no cáusticos. Los álcalis cáusticos, como el hidróxido de sodio y el hidróxido de potasio, desempeñan un papel importante en los procesos industriales, como la fabricación de jabones y detergentes y el refinado del petróleo. Sin embargo, pueden plantear algunos riesgos para la salud humana y el medio ambiente. Por otro lado, los álcalis no cáusticos, como el bicarbonato sódico y el hidróxido amónico, mantienen las propiedades alcalinas y plantean menos riesgos. En este artículo analizaremos las aplicaciones, ventajas y limitaciones de estas dos categorías.

Álcalis cáusticos

Los álcalis cáusticos, como el hidróxido de sodio (NaOH) y el hidróxido de potasio (KOH), son sustancias muy reactivas y corrosivas que pueden provocar quemaduras graves y daños en los tejidos vivos en caso de contacto. Estas sustancias químicas se utilizan habitualmente en procesos industriales, como la fabricación de jabones y detergentes, la producción de pasta y papel, el refinado de petróleo y la síntesis química.

Hidróxido de sodio (NaOH)

El hidróxido de sodio (NaOH), también conocido como sosa cáustica o lejía, es un sólido cristalino blanco altamente corrosivo que contiene el catión Na+ (sodio) y el anión OH- (hidróxido). Se utiliza ampliamente en diversas industrias, como la fabricación de jabones y detergentes, la producción de pasta y papel, el refinado de petróleo y la síntesis química. En contacto con la piel o los ojos, puede causar quemaduras graves. El hidróxido de sodio absorbe fácilmente la humedad hasta disolverse y es el álcali industrial más utilizado. Se utiliza a menudo en limpiadores de desagües y hornos y forma soluciones alcalinas cuando se disuelve en agua para neutralizar ácidos en diversos procesos comerciales. En el refinado del petróleo, elimina los ácidos sulfúricos y orgánicos. En la fabricación de jabón, actúa sobre grasas o aceites naturales, como el sebo o el aceite vegetal, para producir sal sódica de ácido graso (jabón) y glicerina (o glicerol). Esta reacción de saponificación es la base de toda la fabricación de jabón. En la fabricación de papel, el hidróxido de sodio se utiliza para descomponer la madera en pasta y se emplea en el tratamiento de la celulosa y en la fabricación de numerosos productos químicos.

Aplicaciones

Fabricación de productos químicos

Saponificación: Esencial en la producción de jabón, donde las grasas y aceites reaccionan con NaOH para producir glicerol y jabón.

Producción de biodiésel: Actúa como catalizador en el proceso de transesterificación, convirtiendo grasas y aceites en biodiésel.

Tintes y explosivos: Se utiliza en la fabricación de tintes y explosivos, donde sirve como reactivo o catalizador en diversas reacciones químicas.

Industria papelera

Proceso de fabricación de pasta: Se utiliza en el proceso kraft para separar la lignina de las fibras de celulosa, crucial para la producción de papel.

Industria textil

Mercerización: Trata las fibras de algodón con NaOH para mejorar la absorción del tinte, la resistencia a la tracción y el aspecto.

Teñido y blanqueo: Elimina las impurezas y prepara las fibras para el teñido.

Tratamiento del agua

Regulación del pH: Neutraliza el agua ácida, haciéndola menos corrosiva y más segura para los sistemas municipales e industriales.

Precipitación: Ayuda a precipitar los metales pesados y otros contaminantes de las aguas residuales.

Industria alimentaria

Limpieza e higienización: Utilizado para la limpieza e higienización de equipos debido a su capacidad para descomponer materiales orgánicos y grasas.

Procesado de alimentos: Se utiliza en el procesamiento de ciertos alimentos, como pelar frutas y verduras, y en el curado de alimentos como las aceitunas.

Industria del petróleo

Refino de petróleo: Se utiliza en los procesos de refinado para eliminar los compuestos de azufre y neutralizar los componentes ácidos del petróleo.

Productos farmacéuticos y cosméticos

Ajuste del pH: Ajusta el pH de diversos productos.

Fabricación de jabones y detergentes: Ingrediente clave en la fabricación de jabones y detergentes por su capacidad para saponificar las grasas.

Producción de aluminio

Proceso Bayer: Se utiliza para extraer alúmina (óxido de aluminio) del mineral de bauxita, un paso clave en la producción de aluminio.

Producción textil y de fibras

Producción de rayón: Se utiliza en la producción de rayón, una fibra sintética hecha de celulosa.

Procesado de metales

Galvanoplastia y extracción electrolítica: Se utiliza en galvanoplastia para depositar una capa de metal sobre una superficie y en procesos de extracción electrolítica para extraer metales de minerales.

Óxidos de recubrimiento: Aplicados en procesos para recubrir metales con óxidos para mejorar su resistencia a la corrosión y su aspecto.

Baterías

Electrolito en pilas alcalinas: A veces se utiliza como electrolito en pilas alcalinas.

Hidróxido de potasio (KOH)

El hidróxido potásico, también conocido como potasa cáustica, es un producto químico versátil con propiedades y aplicaciones similares a las del hidróxido sódico. Se trata de un sólido inodoro, blanco o ligeramente amarillo, que puede ser escamoso o grumoso y que suele utilizarse en solución acuosa. Industrialmente, el hidróxido potásico es vital en diversos sectores por sus propiedades cáusticas, blanqueadoras y secantes. Se emplea ampliamente en la producción de productos químicos, jabones, detergentes y como potente agente limpiador. Por ejemplo, los desatascadores líquidos suelen contener entre un 25 y un 36% de hidróxido potásico. También sirve como electrolito en pilas alcalinas y acumuladores de níquel-cadmio y se utiliza en galvanoplastia, litografía, pintura y quitaesmaltes.

Aplicaciones

Fabricación de jabones y detergentes

El KOH se utiliza en la producción de jabones blandos y jabones líquidos. Los jabones potásicos tienden a ser más solubles en agua que los sódicos, por lo que son ideales para su uso en productos líquidos y cremas. Sus propiedades las comparte en gran medida con el hidróxido sódico (NaOH), por lo que ambos son esenciales en la producción de jabones, detergentes y desatascadores.

Fabricación de productos químicos

Sirve como reactivo clave en la producción de diversos compuestos de potasio, como el carbonato potásico, los fosfatos potásicos y el permanganato potásico.

Producción de biodiésel

El KOH se utiliza como catalizador en la transesterificación de grasas y aceites en biodiésel. Su eficacia en esta función lo convierte en una opción popular en el sector de las energías renovables.

Electrolitos de batería

En las pilas alcalinas se utiliza hidróxido potásico como electrolito. Esto es especialmente habitual en las pilas recargables de níquel-cadmio (NiCd) y níquel-hidruro metálico (NiMH).

Agricultura

El KOH se utiliza para producir fertilizantes a base de potasio. El potasio es un nutriente esencial para el crecimiento de las plantas, y el KOH se utiliza a menudo para crear compuestos como el nitrato potásico y el fosfato potásico, que son fertilizantes comunes.

Industria alimentaria

Los gránulos de hidróxido potásico funcionan como regulador de la acidez y estabilizador, designado como E525, y se añaden a productos como confitería, conservas, cacao y suplementos dietéticos. Además, se utiliza en el procesado de alimentos por su papel en el control del pH y como estabilizador en diversos productos alimenticios.

Productos farmacéuticos

El KOH interviene en la producción de diversos productos farmacéuticos. Se utiliza en la preparación de ciertos medicamentos y como reactivo en algunas formulaciones de fármacos.

Productos de limpieza

Debido a su naturaleza cáustica, el KOH se utiliza en limpiadores y desengrasantes industriales. Elimina eficazmente aceites, grasas y otros materiales orgánicos de las superficies.

Industria Textil

El KOH se utiliza en la industria textil para procesos como la mercerización del algodón, que aumenta la resistencia, el brillo y la afinidad de los tintes al tejido.

Depuración de gases

En los procesos de purificación de gases, las soluciones de KOH pueden utilizarse para absorber gases ácidos, como el dióxido de carbono y el sulfuro de hidrógeno, de las corrientes de gas.

Procesado de metales

El KOH se utiliza en la industria de la galvanoplastia y en el grabado de metales. Ayuda a limpiar y preparar las superficies metálicas para el chapado u otros tratamientos.

Reactivo de laboratorio

El hidróxido potásico se utiliza ampliamente como reactivo en laboratorios para diversos procedimientos analíticos, incluida la valoración, y como base fuerte en síntesis química. Forma parte integrante de la fabricación de reactivos de laboratorio utilizados en pruebas y diagnósticos ginecológicos.

Conservación de materiales e hidrofobización

El KOH se utiliza en la conservación e hidrofobización de materiales como la arenisca, el granito, la piedra caliza, el travertino y los adoquines. Esta aplicación ayuda a prolongar la vida útil y la durabilidad de estos materiales.

Texturizado de obleas de silicio

El KOH se utiliza en el texturizado de obleas de silicio para células fotovoltaicas. Este proceso mejora la eficiencia de las células solares al aumentar su superficie y su capacidad de absorción de la luz.

Álcalis no cáusticos

Los álcalis no cáusticos son compuestos básicos más suaves y menos reactivos, más seguros de manipular que los álcalis cáusticos. Conservan las propiedades alcalinas típicas, como neutralizar los ácidos y volver azul el papel tornasol, pero no son tan corrosivos. Algunos ejemplos comunes son el bicarbonato sódico (bicarbonato de sodio) y el hidróxido amónico (solución de amoníaco), que tienen aplicaciones en la elaboración de alimentos, el tratamiento del agua, la industria farmacéutica, los productos de limpieza doméstica y los artículos de cuidado personal. Debido a su reducida reactividad y a su perfil de manipulación más seguro, se prefieren los álcalis no cáusticos para diversos usos en los que basta con una alcalinidad suave y se desea un menor riesgo.

Bicarbonato sódico (NaHCO₃)

El bicarbonato sódico (NaHCO3) es un sólido blanco cristalino o en polvo que constituye una fuente de dióxido de carbono. Se utiliza como ingrediente en polvos de hornear, en sales efervescentes y bebidas, y como componente de extintores químicos secos. Su ligera alcalinidad lo hace útil en el tratamiento de la hiperacidez gástrica o urinaria y de la acidosis. También se emplea en ciertos procesos industriales, como el curtido y la preparación de la lana.

Muchos productos de panadería se leudan con dióxido de carbono procedente de la adición de bicarbonato sódico o bicarbonato sódico en polvo para hornear. Cuando se añade sin las cantidades compensatorias de ácidos secos o sales ácidas presentes en la levadura en polvo, el bicarbonato sódico tiende a alcalinizar la masa o el rebozado, provocando el deterioro y la decoloración del sabor y ralentizando la liberación de dióxido de carbono. La adición de una sustancia que reaccione con el ácido promueve una vigorosa evolución del gas y mantiene la acidez dentro de un rango favorable. La velocidad de liberación de gas afecta al tamaño de las burbujas producidas en la masa o el rebozado, influyendo en consecuencia en el grano, el volumen y la textura del producto acabado.

Aplicaciones

Aditivos para piensos

El 25% de la utilización mundial de bicarbonato sódico se dedica a aditivos para piensos.

Industria textil

El bicarbonato sódico se utiliza para teñir lana, seda y cuero.

Plásticos y polímeros

Sirve como purificador y catalizador en la fabricación de plásticos y polímeros complejos.
Fabricación de caucho y plásticos

La descomposición del bicarbonato sódico libera dióxido de carbono, que es crucial en la fabricación de caucho y plástico. Esta liberación de dióxido de carbono se controla con precisión para dar forma a los productos finales de caucho o plástico.

Horneado y cocción

Al igual que en la fabricación de caucho y plástico, el bicarbonato sódico libera dióxido de carbono al hornear, lo que hace que el pan suba y que las galletas queden esponjosas. Si se añade bicarbonato sódico al cocer guisantes u otras verduras, se ablandan.
Limpiadores que eliminan el óxido

La mayoría de los limpiadores que eliminan el óxido incluyen bicarbonato sódico.

Aplicaciones medioambientales

Al igual que su uso en la desodorización de frigoríficos, el bicarbonato sódico controla los olores a sulfuro en las plantas de tratamiento de aguas residuales, inhibe el crecimiento biológico y mantiene la alcalinidad adecuada gracias a su alto valor de pH. Se une químicamente al dióxido de azufre para desulfurar el gas, tratando las emisiones industriales antes de que se liberen a la atmósfera.

Industria farmacéutica

Las propiedades desinfectantes del bicarbonato sódico lo hacen esencial en la industria farmacéutica, donde elimina bacterias y hongos.

Seguridad contra incendios

Los extintores secos de base química para hogares y empresas contienen bicarbonato sódico para combatir la grasa y los incendios eléctricos.

Hidróxido de amonio (NH₄OH)

El hidróxido de amonio es una solución de gas amoníaco en agua y es una forma comercial común de amoníaco. Es un líquido incoloro con un fuerte olor característico. En su forma concentrada, el hidróxido de amonio puede causar quemaduras en contacto con la piel. El amoniaco doméstico común, utilizado como limpiador, es en realidad hidróxido de amonio diluido.

La solución acuosa suele estar representada por la fórmula NH4OH, aunque no está presente ninguna cantidad apreciable de la especie molecular NH4OH. La solución consiste principalmente en grandes cantidades de agua (H2O) y amoníaco (NH3), y cantidades más pequeñas de ion amonio (NH+4) e ion hidróxido (OH-). Esta solución tiene muchas aplicaciones industriales importantes.

Aplicaciones

Agente limpiador

Se utiliza en diversos productos de limpieza, especialmente en limpiadores domésticos y desengrasantes industriales, debido a su capacidad para disolver eficazmente la grasa y los aceites.
Producción de fertilizantes

El hidróxido de amonio es un componente clave en la producción de fertilizantes a base de amonio, que son cruciales en la agricultura para proporcionar el nitrógeno esencial a las plantas.

Industria textil

Se utiliza en la industria textil como agente neutralizante en el proceso de teñido, ayudando a fijar los tintes a los tejidos.

Tratamiento del agua

El hidróxido de amonio se utiliza en los procesos de tratamiento del agua para ajustar los niveles de pH y eliminar contaminantes como los metales pesados.

Productos farmacéuticos

Sirve como reactivo en la fabricación de productos farmacéuticos, sobre todo en la síntesis de ciertos fármacos.

Industria alimentaria

En la industria alimentaria, se utiliza como agente leudante y regulador del pH en productos horneados y otros productos alimenticios.

Reactivo de laboratorio

El hidróxido de amonio se utiliza habitualmente en laboratorios como reactivo en diversas reacciones y análisis químicos.

Fabricación

Se utiliza en la fabricación de diversos productos, como plásticos, explosivos y textiles, entre otros, como reactivo o disolvente.

Carbonato sódico (Na₂CO₃)

El carbonato sódico, también conocido como ceniza de sosa (Na₂CO₃), se encuentra habitualmente en la naturaleza como componente de las aguas minerales y en formas minerales sólidas como el natrón, la trona y la termonatrita. Se utiliza mucho en la fabricación de vidrio, detergentes y productos de limpieza. El carbonato sódico se combina con diversos ácidos para crear sales de sodio, tanto para aplicaciones industriales como de laboratorio. Una reacción habitual es su combinación con ácido clorhídrico (HCl) para producir cloruro sódico (NaCl), dióxido de carbono (CO₂) y agua (H₂O):

Na₂CO₃ + 2HCl → 2NaCl + CO₂ + H₂O

Otra reacción importante se produce cuando el carbonato de sodio reacciona con ácido sulfúrico (H₂SO₄), dando lugar a la producción de sulfato de sodio (Na₂SO₄), dióxido de carbono (CO₂) y agua (H₂O):

Na₂CO₃ + H₂SO₄ → Na₂SO₄ + CO₂ + H₂O

Estas reacciones se utilizan ampliamente en diversas industrias para la producción de compuestos a base de sodio y para controlar los niveles de pH en diferentes procesos.

Aplicaciones

Fabricación de vidrio

El carbonato sódico es un componente clave en la producción de vidrio. Actúa como fundente, reduciendo el punto de fusión del sílice, facilitando la fusión de otros ingredientes y mejorando la claridad y durabilidad del vidrio.

Detergentes y productos de limpieza

Es un ingrediente importante en detergentes y productos de limpieza por su capacidad para ablandar el agua, emulsionar aceites y neutralizar compuestos ácidos. En los detergentes para la ropa, ayuda a eliminar la grasa y las manchas.

Tratamiento del agua

El carbonato sódico se utiliza en los procesos de tratamiento del agua para ajustar los niveles de pH y precipitar impurezas como los iones de calcio y magnesio, que pueden provocar dureza en el agua.

Regulación del pH en procesos químicos

Se emplea en diversos procesos químicos para regular los niveles de pH, actuando como agente amortiguador y estabilizando la acidez o alcalinidad de la solución.

Fabricación de papel

En la industria papelera, el carbonato sódico se utiliza como agente de encolado para mejorar la resistencia y durabilidad de las fibras de papel, así como para controlar el pH durante el proceso de fabricación del papel.

Procesado textil

Se utiliza en la industria textil para los procesos de tintura y blanqueo, ya que ayuda a fijar los tintes a las fibras y a neutralizar los residuos ácidos de los agentes blanqueadores.

Aditivo alimentario

El carbonato sódico, aunque menos común en comparación con su pariente cercano el bicarbonato sódico (bicarbonato de sodio), se utiliza ocasionalmente como aditivo alimentario, sobre todo en la cocina asiática para preparar ciertos platos o en la elaboración de alimentos por sus propiedades alcalinizantes y de ajuste del pH.

Conclusiones: Álcalis cáusticos y no cáusticos

Tanto los álcalis cáusticos como los no cáusticos son vitales en diversas industrias, pero difieren en términos de riesgo y reactividad. Los álcalis cáusticos, como el hidróxido de sodio y el hidróxido de potasio, son esenciales en los procesos industriales, pero entrañan riesgos significativos para la salud y el medio ambiente. Por otro lado, los álcalis no cáusticos, como el bicarbonato sódico y el hidróxido amónico, ofrecen alternativas más suaves con menos riesgos, al tiempo que mantienen sus propiedades alcalinas. Sin embargo, la idoneidad difiere en función de la aplicación. Es importante comprender las aplicaciones, ventajas y limitaciones de ambas categorías para garantizar un uso seguro y eficaz en diversos sectores, contribuyendo en última instancia a unas prácticas industriales sostenibles y a la gestión medioambiental.